
El martes 11 del corriente el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín dictó la sentencia en el juicio denominado “Causa Ford”, seguido contra Pedro Müller, Héctor Sibilla, y el Jefe de la Zona IV general Santiago Riveros.
Después de cuarenta años de los hechos el TOF condenó Pedro Müller, ex jefe de Manufactura de la automotriz a 10 años de prisión, a Héctor Sibilla, ex jefe de Seguridad de la planta, a 12, y a Santiago Riveros, ex titular de Institutos Militares del Ejército, a 15 años. A los tres los encontró penalmente responsables de los delitos de detenciones ilegales y tormentos agravados. A Riveros, además, lo condenaron por allanamientos ilegales. Todos los delitos calificados de Lesa Humanidad. La fiscalía y las querellas habían solicitado una pena de 25 años en todos los casos.
Este juicio, marca un hito en la lucha por el juzgamiento y castigo a todos los genocidas ya que es uno de los primeros en que son juzgados y condenados los directivos de una multinacional por la responsabilidad directa de la empresa en los secuestros y torturas que sufrieron 24 trabajadores de la fábrica durante la última dictadura.
Recordamos que esta causa lleva 15 años desde su inicio durante los cuales sobrevivientes y organismos de DDHH bregaron incansablemente logrando que después de un año de juicio llegaran a esta condena. Durante el debate los obreros narraron que un día después del golpe de Estado, hubo una reunión de los directivos de la empresa con la comisión interna. Ese día se les anunció a los trabajadores “por momentos en tono jocoso y por otros violento”, que a partir de ese instante ya no sería reconocido este organismo. Uno de los delegados le preguntó al directivo por qué se interrumpía la relación sindical con la empresa, a lo que el gerente de relaciones industriales, Guillermo Galarraga, respondió que “la empresa Ford Motor Argentina pasa a ser objetivo y prioridad militar”. El mismo personaje dijo: “Amoroso, déle saludos a Camps”. Como el delegado no sabía quién era, el gerente cerró con “Ya se va a enterar”. Este juicio mostró claramente la participación que tuvieron los civiles en los secuestros y torturas contra obreros de la planta que la multinacional tiene en General Pacheco, con camionetas de la propia empresa fueron secuestrados trabajadores de sus puestos de trabajo y llevados a los quinchos dentro del predio de la fábrica en donde eran torturados, esta participación idéntica a la que hubo en muchas de las empresas cuyos directivos junto a dirigentes sindicales traidores, como la dirección del SMATA, entregaron listas con los compañeros combativos con el fin de desaparecerlos. Galarraga estaba imputado en esta causa, a él, Müller y Sibilla se les atribuye propiciar la instalación del centro clandestino en la fábrica. Galarraga, gracias a la impunidad igual a la que la mayoría de los genocidas sigue gozando desde hace más de 40 años, falleció impune antes de comenzar el juicio.
La Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) comparte la alegría y expresa su solidaridad con los compañeros de Ford, sus familiares y amigos por el logro histórico del juicio y el fallo obtenido. A la vez queremos expresar nuestro repudio a la decisión de los jueces, en principio por no reconocer en su condena el genocidio de la dictadura cívico-militar-eclesiástica a la par por no disponer el inmediato encarcelamiento de los genocidas, aguardando, pese a que el fallo dice claramente que la condena debe cumplirse en cárcel común, a que el tema se resuelva luego de la apelación presentada por las defensas. Consideramos que de esta manera se vuelve a reiterar, de facto, una de las formas de la impunidad, la biológica, dado que estas apelaciones para ser tratadas por la Corte demoran muchos años y si tenemos en cuenta la edad de los condenados, seguramente mueran antes de esta resolución sin haber cumplido ni un solo día de sus condenas.
No olvidamos, No perdonamos, No nos reconciliamos
Cárcel común y efectiva para todos los genocidas!
30000 compañeros detenidos desaparecidos PRESENTES!