
En estos 12 años la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) caminó con el peso de su ausencia y la fuerza de su presencia.
Hoy, miles de jóvenes conocen su nombre gracias a la película en la que su testimonio en el juicio a las juntas es protagonista y revelador de las atrocidades cometidas por la última dictadura. Lamentablemente en este relato cinematográfico el compromiso que Adriana hizo cuando su hija nace en cautiverio: “juré que si mi beba vivía y yo vivía, iba a luchar todos los días de mi vida para que se hiciera justicia”, no aparece. Ese compromiso hizo de Adriana una militante contra la impunidad, su persistencia en el cumplimiento de este juramento la convirtieron en referente de todos los ámbitos por los que pasó.
Adriana fue la voz de la AEDD que denunció la trampa de impunidad planificada en ese juicio que tuvo como coronación anunciada la ley de Punto Final y luego la de Obediencia Debida del gobierno de Alfonsín. Cerrando este círculo impune, los infames indultos menemistas.
Adriana testimonió una y otra vez para que nuestro pueblo escuchara la verdad del genocidio y fuera protagonista en la lucha contra la impunidad, no tenía ninguna esperanza en el Poder Judicial que fue cómplice de la dictadura. Trabajó incansablemente para derrotar las leyes de impunidad y luego para hacer posible los juicios ante un Estado al que hubo que arrancarle cada una de estas conquistas. Adriana fue fundamental en la realización de los Trabajos de Recopilación de Datos (TRD), que sirvieron y continúan haciéndolo, de base en muchos de los juicios a los genocidas. Convocó a testimoniar para denunciar a cada uno de los genocidas que idearon, organizaron, dirigieron y sostuvieron a los de Centros Clandestinos de Detención.
Adriana fue, también, formadora de militantes y fundadora de ámbitos democráticos, de puertas abiertas a quienes quisieran luchar, en donde nunca una voz tenía más valor que otra.
En el camino de la lucha por MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, comprendió que la pelea por los derechos humanos de ayer tenía como coherencia la lucha por los DDHH de hoy. Por eso, con una voluntad admirable, estuvo presente en todos los lugares donde se la convocó para exigir justicia frente a los crímenes de la etapa constitucional.
Adriana fue, es y será el símbolo de resistencia ante todo tipo de impunidad.
ADRIANA CALVO ¡¡¡PRESENTE!!! JUNTO A LOS Y LAS 30.000
ASOCIACIÓN DE EX DETENIDOS DESAPARECIDOS