Hoy 9 de julio se cumplen cuatro años del fallecimiento de “Cachito” Fukman. Estas son las palabras que pronunciamos el 25 de junio del 2017 en el homenaje que se realizó en la estación Darío y Maxi
CACHITO 25-6-017
Hace un año la comisión organizadora nos invitó a leer el documento final del acto. Debía leerlo Cachito. Me pidió que lo acompañara en la lectura porque no se sentía bien. En realidad, su aparente carraspera y la tos escondían el mal que lo aquejaba y que se lo llevó a los pocos días. Pero él quería leerlo, porque estas actividades le eran importantísimas porque primero estaba la construcción del movimiento popular y la solidaridad con las luchas.
El 26 de junio era para él y por supuesto para toda la Asociación una fecha central en el calendario del año, porque el asesinato de Darío y Maxi resumían la continuidad de la dictadura, la represión del Estado a los movimientos sociales y la impunidad de la bonaerense. Por eso estuvo siempre presente en estos actos.
Era el que más empujaba en la Asociación para la participación solidaria en las luchas obreras y populares contra la represión, el ajuste, la violencia de género o el gatillo fácil. Cachito era un militante incansable, que le restaba horas al sueño o el trabajo para estar presente en cuanta actividad se propusiera. Por eso estuvo en Usuhaia en la lucha de los estatales, o en Neuquén como testigo de concepto en los juicios a los represores o en Formosa llevando las solidaridad de la Asociación y del Encuentro Memoria Verdad y Justicia a los pueblos originarios.
Era provocador y lúcido en las discusiones pero poniendo por delante la necesaria unidad de los colectivos para enfrentar la injusticia, anteponiendo los consensos a las diferencias. Esta conducta lo transformó en eje articulador del Encuentro.
Promotor en los juicios a los genocidas de la acusación por genocidio. Señalando a cada uno de los represores de la Esma en sus testimonios y profundizando en las causas de la represión dictatorial y sosteniendo que los juicios también sirven para la construcción de la memoria de nuestro pueblo, para el futuro.
También era entrañable, querible. Siempre dispuesto a compartir, una pizza, una comida o una cerveza; preocupándose por los compañeros y compañeras, por su salud o sus problemas personales.
Como lo dijeron muchos era un imprescindible. Fue junto a Adriana Calvo una representación genuina del lema de la Asociación de Ex detenidos Desaparecidos: Porque luchábamos nos desaparecieron y porque aparecimos seguimos luchando”.
Agradezco a los compañeros este momento de emoción y nos comprometemos a seguir estando junto a Uds. En la búsqueda de verdad y justicia para Darío y Maxi, para que los responsables políticos terminen en la cárcel.
Cachito Fukman Presente !!!
Ahora y siempre !!!