El que fue director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires entre marzo de 1976 y fines de 1979, desde donde dirigió los grupos de tareas y más de 35 centros clandestinos de detención que integraban el Circuito Camps.
Murió Etchecolatz, el que fue dueño de la vida y la muerte durante los años de plomo de la dictadura.
En cárcel común.
Sin decir nada sobre Clara Anahi, ni sobre López, ni sobre el destino que impuso sobre tantos y tantas compañeras.
El maldito genocida siguió cometiendo hasta el último de sus días el mismo delito: desaparecer a quiénes mandó a secuestrar y torturar.
Eso sí, a pesar de sus esfuerzos y de los esfuerzos de todos y todas les negacionistas murió en la cárcel, donde lo puso nuestro pueblo gracias a la voz denuestres compañeres, en los juicios que pudimos conseguir.
NO OLVIDAMOS-NO PERDONAMOS-NO NOS RECONCILIAMOS
CÁRCEL COMÚN PERPETUA Y EFECTIVA PARA TODOS LOS GENOCIDAS.
30.000 COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DETENIDOS DESAPARECIDOS PRESENTES!